miércoles, 26 de octubre de 2011

FÁBULA Y AGUA



 Photo by Donald Miralle/Getty Images News


Hoy vi cuestas orgullosas que se erguían, que subían tan alto como las bailarinas y que se precipitaban suicidas sin miedo a su propio final.

 Hoy vi pendientes independientes que te retaban a ser bajadas, hoy vi cometas hechas con tablas y surfistas  convertidos en anclas.

Hoy vi ondas de energía deslizarse silenciosas bajo mis piernas y estallar furiosas contra tierra.

Hoy vi ovillos marinos enroscándose sobre si mismos, vi aguas turbulentas formando remolinos y barquitos de papel apunto de ser engullidos.

Hoy vi como la naturaleza pagaba la recompensa a los que cumplieron penitencia, y a los que lograban no ser presa de una presa que se cernía furiosa sobre sus cabezas.

Hoy vi que San Pedro callaba, y como mandaban las olas que mandaba Poseidón, ellas dictaron las condenas y el perdón, ellas abrieron y cerraron los huecos que dan paso a la eterna salvación.

Hoy vi a un puñado de almas reflejarse en el filo de la navaja, hoy vi bocas abiertas que callaban y miradas extraviadas llenas de palabras.

Hoy vi vidas llenas de gracia donde otros sólo ven fábula y agua.




sábado, 22 de octubre de 2011

SUSPIRO

@RedBrokenMoon[LucyLuna]


Un millón de noches trasnochadas y mil millones de vueltas por la cama susurrándole tu nombre a la almohada. Largos suspiros de madrugada que se escapan por la ventana en busca de tu alma.

Con un suspiro ato al tuyo mi destino, hago mío tu camino, y camino, y te sigo, te persigo, y lo que no obtengo lo imagino.

Con un suspiro transformo la prosa en verso, y con letras redondas dibujo tu cuerpo en el centro de mi universo.

En un suspiro todas la razones y ninguna razón, en un suspiro tu y yo, en un suspiro el grito ahogado de un corazón que te pide un poco de atención para mitigar su dolor.

En un suspiro la ponzoña de mil aguijones que envenenan mis pulmones, embriagándome en tu presencia, aturdiéndome en tu ausencia y quebrándome incesantemente la conciencia.

En un suspiro una gota de agua se bambolea en el filo de una hoja soñando con que se arroja y la recoje al vuelo, en el último momento, su amado caballero.


En un suspiro un millón de anhelos, y tú en todos ellos.




miércoles, 19 de octubre de 2011

CUANDO CLAVO MIS OJOS EN TU AGONÍA




Amo ese momento en que hablamos y callamos, en el que bailan nuestras manos por la pista de nuestras ropas, en el que te toco, en el que me tocas, y en el que se juntan nuestras bocas.

Cuando lo más limpio es jugar sucio, cuando la razón es la enajenación, cuando me falta el aliento, cuando mi reino es tu reino y reinas con firmeza blandiendo el cetro con tu mano regia.

Cuando el rigor te impide pensar en otros, cuando la sangre te nubla el nosotros, cuando te aíslo a empellones y te pierdes con mi hombría en tus sucias ensoñaciones.

Cuando unidos por la mecha, sueñas con que ésta se encienda para poder explotar, cuando me pongo duro y te empujo, lo justo, para que no abandones sin mí este mundo de procacidad.

Cuando una y otra vez, firme y suavemente, te violo la mente, dejándote entre la vida y la muerte sin fuerza ni voluntad, con un verbo inerte que se ahoga en su propio respirar.

Cuando clavo mis ojos en tu agonía y me gritas sin hablar, que te abandona la vida, que ya no puedes más y que necesitas una vía por la que poder escapar.

Es entonces, cuando nos elevo a 1 metro del suelo y te mantengo sin volar, entre el cielo y el infierno, un segundo, un minuto, un pequeño mundo de ingrávida maldad, en donde espero a que te desbordes en un flujo mutuo de sinceridad.    

lunes, 17 de octubre de 2011

EL TUBO DE LA VIDA


Foto: Clark Little 

El mundo se pliega a tu alrededor, el cielo se curva y cae en forma de cascada, por un instante puedes ver cada gota de agua, como baja, como juntas resbalan formando una cortina acanalada que te va arropando como una manta.

De repente la ola estalla, y empieza a suceder todo a cámara rápida, un rugido sordo te persigue y la única salida es un pequeño agujero en movimiento que por momentos está cerca y otros muy lejos.

Un muro balnco te corta el paso, y te atrapa en un abrazo efervescente, mitad agua mitad aire.

Tu voluntad doblegada por toneladas de agua que detonan en violentas turbulencias, hay caos y hay oscuridad, hay silencio y hay soledad, y a la vez un inmenso océano de paz.

A veces abandono mi cuerpo y me veo flotar entre dos aguas, y juraría que en mi rostro hay calma, una media sonrisa, una mueca alegre, y no se, si me río de ver pasar de largo a la muerte, o si me preparo para afrontarla. En cualquier caso me tranquiliza mi semblante, que sólo cambia cuando una punzada intensa en mi pecho me despierta, y me recuerda que tengo que nadar, que ya va siendo de hora de salir a respirar.

Abro la boca y tomo todo el aire que admiten mis pulmones.

Cojo mi tabla, aguién grita, alguién que me vio caer, le devuelvo el grito y me pongo a remar en dirección al canal.

Todo vuelve a empezar.  

viernes, 14 de octubre de 2011

ANDRÓMEDA, PEGASO Y CASIOPEA



Y ahora me río al recordar mis nervios y tu portal, cuando tu eras ínsula por conquistar, una tierra prometida de allende el mar, y yo, un pobre marinero muerto de miedo y temeroso de naufragar.

Un flan en busca de la nata, de la guinda y de la taza, aunque la moneda lanzada estaba trucada, ya que tenía dos caras, siempre podía caer de canto en una grieta del asfalto.

Por suerte la música sonó y comenzó la novela, en la portada una silueta me abría al puerta, y me presentaba unas escaleras torcidas que ascendían, hipnotizado seguí a un envoltorio dorado que, de cuando en cuando, se volvía para mirarme de lado.

Hoy alzo la vista y no hay respuestas, las preguntas cabalgan a lomos de la cometa de mi quimera, mientras los recuerdos que me dejas, atan los cabos que me mantienen en tierra.

Cuando el cielo se tizna y se salpica de purpurina, es el tiempo en que todo toma sentido, desaparecen los hilos y aparecen claros los caminos que dibujo uniendo los astros con mi libre albedrío.

Esta noche, aprovechando la luna nueva, le dibujaré a nuestra hija tu silueta sobre la constelación de Andrómeda. Le diré que algún día ella será Casiopea, y yo, yo seré Pegaso, y ese día estaremos de nuevo todos juntos y podremos escribir las páginas que nos dejaste en blanco.  

   

martes, 11 de octubre de 2011

AUTODESTRUCCIÓN



Por mucho que se empeñe la vida en darte lo mejor, siempre tienes la potestad de echarlo todo a perder, y el derecho a de excusarte en los demás.


jueves, 6 de octubre de 2011

CRUZANDO DEDOS, ABRIENDO LABIOS



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Con los dedos cruzados mis labios asediaron las fronteras de tu cuerpo buscando doblegar tus párpados, tratando de que sucumbas con ellos en el mundo de los sueños.

Crucé los dedos y te susurré deseos buscando que arquearas el torso y me ofrecieras el cuello para poder despojarte, uno a uno, de tus jadeos.

Mi lengua se hace miel y resbala poco a poco por tu piel en dirección al querer. Tus manos me aprietan ávidas contra tus entrañas, salta la trampa tus muslos se cierran y me atrapas en tu tela de araña.

De tus labios se escapan verdades que me corroboras con tu verbo, y entre blasfemias elogias que te colme de amor, que no hay nadie mejor, que nadie te lo hace como yo.

Te contemplo orgulloso como yaces plácida sobre la cama, mordiéndote el labio superior. Tu mano derecha se aparta el flequillo de la cara y con el dorso te secas el sudor, justo en ese instante, tu dedo índice se descabalga del dedo corazón... ahora ya no importa, ya sé que nadie te lo hace como yo. 




lunes, 3 de octubre de 2011

BESOS ROBADOS



Fotografía: Eric Bégin http://www.flickr.com/photos/ericbegin/377156649/


Y son los besos que no has dado los que siempre te han acompañado, esos que nunca te han defraudado, los que mil veces has evocado contemplando la luna tras el humo de un cigarro.

Son los que llevas en la cartera en el reverso de una foto vieja, los que anotaste con un punzón en un calendario que nunca cambia de año, y los que adornan una carta perfumada escrita a mano, que guardas en una caja de zapatos.

Son los besos del pasado que no ha pasado, los livianos, los chivatos que delatan a los que te han robado. Son los besos peregrinos de un perenne camino que recorres descalzo, esos que jamás te han traicionado y que nunca te han olvidado.

Más perfectos que un recuerdo, te abrazan por dentro y te templan el cuerpo, pero cada vez que los evocas aceptas su ponzoña, una gota tóxica que creíste innocua, pero que poco a poco te destruye como perfecta droga.