METRO

Photo: Amos Bell http://www.trekearth.com/members/Amos/

Fugaz como el agua entre mis dedos, 

te filtraste mirando hacia otro lado.

 Nunca sabré a que saben tus labios,

 nunca volveré a tener secas las manos.

ARGONAUTAS

"El bruñido de la parafina sobre la tabla rasga el alba, mientras, un raitán  parece replicar entre las ramas"

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Extender la parafina es un gesto repetido que siempre me transporta al inicio, a aquella primera tabla reposando sobre mi cama con la cera recién echada, con su profundo olor perfumando llenando hasta el último rincón de la habitación, y con su provocador color inmaculado, que me pedía a gritos ser estrenado. Poco me faltó para compartir con ella el lecho, las pocas horas que aquella noche pude conciliar el sueño.


 "La hierba helada aguijonea mis pies descalzos, mientras, una enjuta franja naranja anuncia la llegada de la mañana" 

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Ir contracorriente te hace sentirte fuerte, cruzarte de madrugada con los restos etílicos de la noche que regresan a casa, o ver conductores cabizbajos dirigirse al trabajo, mientras tú, de forma voluntaria has marcado las 6:00 AM en la alarma, apostando a una corazonada, o a un saber, o a un querer, a unas flechas y colores de un parte de Internet que tu ilusión codificó en las olas que podrían ser.

"El mar nunca descansa, los modernos argonautas, los surferos, sin la ayuda de Orfeo sucumben al canto de sus aguas" 

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Coger olas, realmente no coges, no atrapas, ni capturas, simplemente, de vez en cuando te subes a lomos de alguna, juegas con ella, la acaricias, y quizás, le llegues a hacer cosquillas, mientas la acompañas en los últimos instantes de su vida camino de la orilla.

"El resuello del sol de invierno templa mi cuerpo y me seca el cabello mientras un cosquilleo me repta por dentro como recuerdo de lo cerca que estuve del cielo"

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Como un día dentro de otro día, arranco y conduzco desayunando hacia mi trabajo. Pongo el intermitente y me incorporo a la carretera general como uno más. Me disfrazo de persona de provecho, me lavo, me peino, y presto me pongo ha hacer lo correcto, pero sintiendo como en mi pecho late un corazón al ritmo del mar, que me riega con una energía salada, demandándome más agua e inundándome de paz.

FUEGO EN EL CUERPO

Foto Guille Pando http://puertodenaufragos.blogspot.com/

Mediodías de parejas desesperadas y esperas desparejadas, de deseos amamantados, de amantes deseados, de saliva engullida, de autarquía potestativa, de amores a una mano, de miembros desbocados, y de espasmos provocados por orgasmos evocados.

Tardes de impares que quieren ser pares, de pares que ansían que te pares, de Hunos queriendo conquistar el mundo, de nones anhelando ser conquistados, de ojos guiñados deseando ser tomados y de aullidos de cintura flirteando con la luna.

Noches de lechos prestados, de tálamos violentados, de cuerpos amasados, de amasijos de pies y manos, de levadura de repostero, de crudo, de tierno, de cielo e infierno, de chispas y gasolina, de dinamita entre las piernas y de colisiones de caderas puliendo piedras.

Mañanas de duchas sucintas, de cañerías infinitas que se tragan hasta las despedidas, de cafés cargados y de cuerpos aligerados, de abrazos destartalados, de "nos vemos" sin besos, de "ya nos llamamos si eso", de zapatos desabrochados, de calcetines sobados y de recuerdos sudados que te llevan a casa esquivando charcos.

¿Perdona tienes fuego?

UNA SOLA RIMA

La razón trazó a bocados una ecuación que un corazón desbocado soñó hace nueve lunas en una habitación.

De las lágrimas de dos almas furtivas nació el llanto de alegría, que fundió tres vidas en un sola rima.

Mis ojos esclavos son despojados de los párpados, para que libres broten los clavos que suturen mi destino al camino que tracen tus pasos.

Te quiero Pablo.  

COGIENDO ACENTOS

Foto, Guille Pando http://puertodenaufragos.blogspot.com/

- ¿Qué tal el viaje?

- Bien, un poco pesado, pero todo bien. ¿Y tú, cómo va todo?

- Bueno, acá ya sabés, la cosa siempre está jodida, pero no nos podemos quejar ¿Tomás algo?

- Si, una cerveza, gracias.

- ¿Es la primera vez en Argentina para vos, verdad?

- Si, ya tenía ganas hace tiempo, pero nunca me había cuadrado... al final ya ves, ha tenido que ser por trabajo.

- Espero que a finales de semana tengamos un poquito de tiempo para que conozcás algo de Buenos aires.


Me encantás, como avivás el juego, como rasgás los luceros, como afilás el deseo con tu verbo gallego. Y vos tomás, y tomás y no me tomás, y yo, yo ya no puedo más, quiero acallar tu boca, frenar tus palabras que me trastornan rebotando por mi cuerpo cual pelotas de goma.

- Mañana hay que estar en la oficina a las ocho de la mañana ¿Verdad?

- Si, pasará alguién de la empresa a por vos a las siete y media, seguramente Marga ¿Te acordás de Marga? estuvo conmigo en la reunión de primavera en Madrid, una chica pelirroja...

- Ah si, Marga, vale, vale, ya me acuerdo.

Hasta la palabra más inocua me provoca, la sensualidad de tu acento se me mete dentro y entre trago y trago no veo el momento de precipitar el encuentro, mientras me quedo parado, un mundo antes del amago. Enredado en tu lengua que me envelesa, me siento presa de tu cantinela, y con cada seseo avivas el deseo que tu voz me prendió, desde el primer "vos". 

- ¿Querés tomar algo más?

- No no, por mi estoy.

- Tengo el auto acá mismo a la entrada ¿Vamos?

- Si, la verdad que tengo ganas de llegar al hotel y echarme un rato.

- Son apenas 20 minutos, enseguida llegamos.

MUERTE Y VIDA

Foto: Guille Pando http://puertodenaufragos.blogspot.com/

Una palabra afilada, una hebra sajando la yema, una línea fina que no sangra y que me quema. Un puñetazo ardiente en la barriga que me pide que lo apague con bebida, día y noche, noche y día. Una frase atragantada en mis entrañas, caminar por una playa sin agua, una tan inmensa que nunca se acaba, y en la que falta tu toalla.

La vida es ese instante en que hablando con tus amigas parece que me miras.


Amarte sin tenerte, verte sin verte y creerte siempre. Soñarte cuanto te tengo delante, elevarte al recordarte y que el recuerdo me levante. Mis ánimos empeñados en seguir con los ojos empañados, un corazón vendado manejando el timón y una razón regocijada en un mar de dolor.

La muerte es acostarme soñando y al despertar seguir enamorado.