lunes, 7 de abril de 2008

BARBECHO


Cansado de ver pasar el tiempo con ojos de muerto, cansado de un mundo plano, de horizontes lejanos, de pueblos repetidos, de paredes de barro que se caen a cachos, de campos yermos en barbecho y de viajar por el lecho de un río seco.

Estaba harto de sentirse un ermitaño en una cueva decorada hace un millón de años, decidió tirarse a tumba abierta y dejar atrás la meseta, atravesó el "negrón" que le tiñó sin color el corazón, cuando lo cruzó hace años en la otra dirección.

Quería sentir la lluvia, oler el mar, quería subir y bajar, y dejó el mando del ascensor en manos del amor. Cedió la responsabilidad a la N.A.S.A en la cuenta atrás y subió a la nave en un viaje que él no podía gobernar, sólo podía hilar las palabras perdidas en su mente y desear la suerte de poderla encontrar, para que por una vez el final feliz acabara en nosotros y no en ver, como siempre, que las perdices se las comen otros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La palabra barbecho siempre me ha gustado, no se porqué, desgraciadamente no son muchas las ocasiones en las que puedo usarla. Hace que no se de tí, estás muy prolífico estos días, un beso enorme,y ya sabes que para lo que quieras.... ehhhh por lo menos una sonrisilla malévola te habré sacao no?