domingo, 6 de abril de 2008

PATAPALO

Le apremió la sinceridad, algo querría remediar.

Tanto que decir, tan poco que escuchar. Mucho mejor callar, déjalo estar, que más guapo estás cuando no estás. Condenas tus palabras con lo que labras, no envuelvas con cuetos tus lamentos.

La conciencia es la madre de la ciencia.

Se acostó con la almohada rellena de reproches y se deseó la peor de las noches, con la esperanza de no dormir nada para no tener que despertar con el mismo gilipollas por la mañana.

Escuchó a las piedras para reconocerlas.

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