viernes, 7 de diciembre de 2007

VIAJE A LA LUNA

Hoy decidí acercarme a las espumas embotelladas del mar, la presión de los hierros retorcidos de mi alma se hacían insoportables, la gravedad de la tierra aplastaba mi cerebro y decidí comprar un billete a la luna en una agencia de viajes de luz tenue y cristales de colores. Necesitaba flotar libre, fue un pequeño paso para mí pero un gran paso para mi estabilidad emocional, con cada mirada al cielo me sentía más ingrávido, más libre y más seguro, y es que ahí arriba todo ocurre más despacio, las zancadas te llevan más lejos, tan lejos que sin darte cuenta acabas en el lado oscuro, en ese momento pierdes comunicación con la tierra...Houston tenemos un problema, pero tranquilos, nada que no se pueda solucionar mañana.

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