 |
| Foto: Howard Ignatius https://www.flickr.com/photos/howardignatius/ |
Enormes bolas doradas flotando el amanecer,
en todas ellas te pienso,
en todas ellas te quiero comer.
Chocolate derritiéndose sobre mis alas,
mis manos encadenadas,
en tu mirada crece un ansia empoderada,
deseando ser sed, deseando ser saciada.
Un, dos y tres,
te encuentro en un encuentro en el que no me puedes ver,
hoy solo soy aliento y puro placer.
La oscura noche atrapada,
encerrada entre cuatro paredes,
el roce continuo de las pieles
y el suave fluir del agua.
Pídeme que me mienta,
que te prometa que no habrá mañana,
que seremos para siempre uno, tú, yo y el alba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario