 |
| Foto: Guille Pando http://puertodenaufragos.blogspot.com.es/ |
Sobre el tálamo salado yacen dos peces recién pescados, que a bocados, tratan de tragarse sus orgasmos sin tan siquiera masticarlos. Brillan sus cuerpos plateados, brillan sus cuerpos escamados, brillan sus cuerpos empapados en "te quieros" callados, en "holas" dándose la mano, en reproches perdonados y en besos de hermano deseando haber sido adoptados.
El aire viciado, reusado, recalentado y una y otra vez respirado, embalsama la estancia, pausa la distancia y dibuja en el techo viejos fantasmas de aspecto etéreos y de efecto pétreo. Sonrisas embriagadas, voluntades embargadas y fronteras violentadas con el placer clandestino de cambiar las agujas del destino, aunque sea para escoger el peor de los caminos.
El humo de dos cigarros asciende sinuoso desde la profundidad de dos fosos, en los que silenciosos arden los rescoldos animosos de algo que fue hermoso. Rendidos y rendidos, solo la mano de hacer daño sigue acariciando el engaño, mientras unos rizos dorados les enredan más y más en el pasado, como fatuo intento de retrasar el momento de ser devueltos a sus respectivos orfanatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario