viernes, 31 de julio de 2009

EL REFLEJO DE LA VANIDAD

Palabras de terciopelo atragantadas, frases grotescas disfrazadas, promesas profanadas, circunloquios en sus miradas.

Perros que no saben ladrar, diamantes hechos de cristal, amigos con el corazón de metal, lobos rebosantes de amabilidad.

Heridas llenas de sal, cicatrices profundas como el mar, charcos de la sangre de la sociedad que nadie se molesta en saltar.

Miles de corazones gritan, miles quieren escuchar, sólo se oye el silencio del ruido de la ciudad.

La nueva biblia te sermonea en los cortes de publicidad, promesas del cielo en la tierra, sólo con comprar. No te olvides de comprar pilas para mañana "zapear".


Cientos de cuentos pisoteados adoquinan la ciudad, busco con desespero entre sus páginas arrancadas un final. Un anciano se me acerca y me aconseja que deje de buscar, que el espejo no se puede cruzar, pues sólo es el reflejo de la vanidad.

2 comentarios:

Toral dijo...

hombreeee.. se echaban de menos estas actualizaciones que te hacen leerte el post un par de veces y pensar!

Fernando Ferrao dijo...

Ya sabes como nos va el verano, dura poco y es más dado a las actividades exteriores, lo de escribir es más indoor.

Eres un grande, nos veremos por Salinas. Saludos