domingo, 11 de mayo de 2008

ESMERALDA

Por la ventana entreabierta de mi alma se me coló tu mirada, ya no pude cerrarla, no pude dejar de contemplarla.

Dorado es el marco que ondula con la brisa, por el que se cuela la luz de tu sonrisa, dos esmeraldas tintinean en el escaparate ¿Cómo puedo ser tan necio de querer saber el precio?

Quiero pasar, quiero comprar, quiero ser comisura, quiero subir a la montaña rusa de las curvas de tu figura. Quiero tener el mundo entre mis brazos y recorrer el mapa con mis manos.

Un parapente boca arriba, aguardiente en la barriga, tus zapatos por mis venas con un millón de abejas, pinchazos cuando te acercas, pinchazos cuando te alejas.

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