Lo que silba el viento son susurros de otros tiempos, afilados cuchillos de acero envueltos en terciopelo.
miércoles, 5 de marzo de 2008
SURCOS EN EL MAR
Quería vivir siempre sobre las olas, siempre en verano, nadie le avisó que la parafina que echaba también le podía hacer tropezar. Cansado de caer no se quiso levantar, no sabía que había que pelear, que luchar y que sufrir. Prefirió surfear desde la barandilla, así que se bajó de la furgo con las manos en los bolsillos y caminó cabizbajo por la playa. Sus huellas quedaron marcadas en la arena como surcos en el mar.
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