El músico toca, la rosa baila.
Arrastraron los pies por la pista aferrados a sus cuerpos. Gardel movía sus labios con historias de desamores y sus corazones se cantaban flores.
Lucharon y pelearon mirándose a los ojos, mientras el ritmo esquivaba por ellos los empujones de la vida que los quería dejar solos.
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