Foto Guille Pando http://puertodenaufragos.blogspot.com/ |
Contando los lunares de tu espalda me vienen a la mente tus medias de lana y los cuadros escoceses de tu falda, cuando te hacías la ingenua abrazada a tu carpeta y me lanzabas miradas coquetas desde tu trinchera.
Contando los lunares de tu espalda, cuento las vueltas que dimos en Vespa, bajando cuestas de fiesta en fiesta escanciando nuestras risas sobre la hierba, cuando yo aceleraba y tú me apretabas con tus piernas.
Contando los lunares de tu espalda, cuento los veranos fotografiados que guardo en una caja de zapatos, instantes inmaculados que el tiempo ha ido amarilleando.
Contando los lunares de tu espalda, cuento lo que tengo y le resto lo que me falta. La caricia de tu cuerpo bajo las sábanas y tu alma clavada como una daga, horas vestidas de minutos y semanas vestido de luto. El sudor mientras nos amamos, el bebernos los orgasmos, el ahogarnos en suspiros susurrados al oído hasta sacarnos el último gemido, ese último gemido que marca el principio del camino de espinos que te lleva de vuelta a casa con tu marido.
6 comentarios:
Jajaja, que mal lo del marido!!!
Si, la verdad que muy mal.
Vaya golpe final. Tremendo. Pobre marido y pobre amante.
Aina os pillé de improviso con el quiebro. En principio si,pobres, pero quién sabe, con tan pocos datos, sólo sabemos que sufre el amante, igual ella es la mujer de Berlusconi y el amante la trató fatal cuando salieron de jóvenes, pero es bueno en la cama y se está tomando la revancha... por poner un ejemplo jeje.
jajajajaj Fernando, tu explicación final me gusta más jajaja por suponer... supongamos.. ;)
A solas con Lucía, no hay que dar por hecho nada, siempre suponer. Hacen falta más tonos de gris y menos blancos y negros.
Publicar un comentario