Cuando traficabas con "te quieros" a cambio de caramelos y yo era tu único camello.
Cuando me derretías usando diminutivos y me ponías ojitos, para que te llevara a los caballitos.
Cuando me despertabas los sábados por la mañana para que te llevara a la playa, y metíamos juntos en tu mochila, el rastrillo la pala y una toalla.
Cuanto a tus preguntas yo tenía todas las respuestas, cuanto te abría todas las puertas, cuando te cogía de la mano y salíamos volando.
Hoy abriste mi puerta y entraste caminando con una maleta y tus dos piernas. Esta vez fui yo el que te puso pucheros, cuando me dijiste que iba a ser abuelo.
5 comentarios:
jajaja, qué bonito.
Gracias, pero que conste que no le estoy haciendo la pelota al suegro.
Mas bien a las princesas jejeje.
me encanta.... cuida a la princesa
soy la princesa de jose....
Cuidaremos de nuestra princesa no lo dudes, al menos como José cuida de ti.
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