Los viejos muros de piedra se desmoronan, cientos de sueños rotos los coronan, el aliento de millones de almas los presionan, ríos de lágrimas los circundan, erosionando poco a poco sus cimientos y cientos de obreros uniformados rellenan los huecos con armamento, que hacen rugir más y más alto mara mitigar el llanto de los que quieren estar dentro.
Se hacen cuentas de vidas ajenas, etiquetando sin rubor, las de mayor o menor valor. Pobres elegidos, cuan grande debe de ser su dedicación, cuan infinita su bondad para escoger siempre el bien en vez del mal. Cuan clarividentes y sabios que jamás se han de equivocar. Cuan coherentes que recurren a la divinidad, para guiar el camino recto de la sociedad.
Malditos muros opacos forrados de algodón, cuan a gusto me siento en su interior.
Malditos muros ciegos que arropan mi fuego y ocultan el humo del exterior.
Malditos muros egoístas hechos a base de envidias que nos hacen de su condición.
Malditos muros cínicos que hablan de protección y promueven opresión.
Malditos muros soberbios construidos a base de miedos y discriminación.
Malditos muros cómplices hechos a base de balas, que nos dan a escoger entre cañón o culata.
2 comentarios:
muyayo aqui tengo yo algo de esto jajaja
un abrazo mad hui
Ese espalada mojada. Anda que te vas para Hawaii con tu carnal jejeje
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