Abrazos de ojos abiertos con besos dados al viento, diminutivos con eco, escudos en el pecho, apellidos con guión como la conversación.
Blancos los dientes blancos como los blancos a los que lanzan los dardos adornados de plumas y puntas envueltas en gomaespuma.
Sorbos de café engrasan sus armas entre tirada y tirada.
Cegadas de vigas contrarrestan el peso amontonando hebras de paja de sus amigas.
Chicas de club que en vez de cobrar de cada vez cobran a fin de mes.
3 comentarios:
Pero al final las que lo acaban pagando son ellas, no??
Que va, ellas viven como dios, en el club de golf, en el de tennis o en el de polo... paga el marido.
Ja,ja,ja...
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