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| Foto: Rodrimm http://500px.com/rodrimm |
Los colores que fabrica el hombre son luces sin nombre que intentan rasgar en vano la oscuridad, mientras, la luz artificial que nos adorna, nos hace vivir con cuatro sombras sin que ninguna sea real.
Gris es el asfalto, gris es su contacto y gris es el tipo que arrastro en busca de emolumento por la ciudad. No me vendas tu cuerpo, no lo quiero comprar, alquílame sólo lo bueno y llévatelo todo antes de mi despertar.
El espejo me devuelve un rostro en blanco y negro de alguien que no recuerdo. Por la juntura del verbo se desliza un reguero bermellón, jugos de algún cuerpo que no eras tú, ni era yo.
Tú me deshiciste como soy, harapos carroñeros de un derrotado predador, te fuiste con la luna llevándote contigo el sol. Tu rostro y su recuerdo se clavan ampulosos en un aullido de dolor que lanzo cada noche en busca de una explicación.
4 comentarios:
Excelente entrada... te fuiste con la luna llevándote contigo el sol.
me gustó esa expresión.
Si me permites me quedo para seguirte, te dejo un fuerte abrazo desde Uruguay!
¡¡¡Hola Fernando!!!
Ante todo ¡¡¡Gracias por tu excelente comentario en mi Poesía!!!
Me ha encantado Tu Entrada llena de rotundidad y melancolía plena de rebeldía ante las circunstancias adversas.
Si me lo permites, me hago seguidor de tu fascinante Espacio.
Abrazos.
Encantadísimo de que te pases, casualmente mi madre nació en Uruguay y también se llama Cristina.
Me pasé por tu Perfume de rosas, y ahora estoy abrumado por tus comentarios al ver lo bonito que escribes. Me hago seguidor.
Un saludo.
Gracias Pedro Luis, de verdad que el verso en general es mi debilidad y el tuyo me ha encantado. Te leeré seguro.
Un saludo.
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