viernes, 27 de enero de 2012

ARGONAUTAS



"El bruñido de la parafina sobre la tabla rasga el alba, mientras, un raitán  parece replicar entre las ramas"

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Extender la parafina es un gesto repetido que siempre me transporta al inicio, a aquella primera tabla reposando sobre mi cama con la cera recién echada, con su profundo olor perfumando llenando hasta el último rincón de la habitación, y con su provocador color inmaculado, que me pedía a gritos ser estrenado. Poco me faltó para compartir con ella el lecho, las pocas horas que aquella noche pude conciliar el sueño.


 "La hierba helada aguijonea mis pies descalzos, mientras, una enjuta franja naranja anuncia la llegada de la mañana" 

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/


Ir contracorriente te hace sentirte fuerte, cruzarte de madrugada con los restos etílicos de la noche que regresan a casa, o ver conductores cabizbajos dirigirse al trabajo, mientras tú, de forma voluntaria has marcado las 6:00 AM en la alarma, apostando a una corazonada, o a un saber, o a un querer, a unas flechas y colores de un parte de Internet que tu ilusión codificó en las olas que podrían ser.

"El mar nunca descansa, los modernos argonautas, los surferos, sin la ayuda de Orfeo sucumben al canto de sus aguas" 

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Coger olas, realmente no coges, no atrapas, ni capturas, simplemente, de vez en cuando te subes a lomos de alguna, juegas con ella, la acaricias, y quizás, le llegues a hacer cosquillas, mientas la acompañas en los últimos instantes de su vida camino de la orilla.

"El resuello del sol de invierno templa mi cuerpo y me seca el cabello mientras un cosquilleo me repta por dentro como recuerdo de lo cerca que estuve del cielo"

Foto Chris Burkard http://burkardphoto.com/

Como un día dentro de otro día, arranco y conduzco desayunando hacia mi trabajo. Pongo el intermitente y me incorporo a la carretera general como uno más. Me disfrazo de persona de provecho, me lavo, me peino, y presto me pongo ha hacer lo correcto, pero sintiendo como en mi pecho late un corazón al ritmo del mar, que me riega con una energía salada, demandándome más agua e inundándome de paz.




2 comentarios:

Unknown dijo...

con lo enamorada que estoy yo del mar...solo me falta pasear sobre las olas...me encantó leerte, vivir las caricias de las olas tal y como tú sabes...

Un beso!!

Fernando Ferrao dijo...

Pues ya estás tardando en probar Sensaciones, estoy seguro de que te iba a encantar. En Gijón conozco la mejor escuela ;)

Me alegro que te haya gustado.