martes, 14 de junio de 2011

DEL CAMPO



Doce rosas y trece losas al rededor de la fosa.

Doce lágrimas ruedan, doce puños aprietan un puñado de tierra.

Doce docenas de penas sin respuesta, doce sumas y una resta.


El camposanto reclama su precio, Del Campo recibe nuestro aliento.


2 comentarios:

Una dijo...

Un poema breve pero con mucha fuerza. Precioso.

Fernando Ferrao dijo...

Gracias Aina, de verdad.